viernes, 24 de octubre de 2008

Rabia

Desesperación. El griterío constante asecha mis sentidos.

Amonestación tras amonestación. Tic-tac, tic-tac, el incesante ruido, la alegoría constante de malditas bromas, de a poco se llena el vaso, de a poco explota el volcán.

Tic-tac, tic-tac…

“Pulga en la oreja”, “pulga en la oreja”

Grito, chillido, golpe, cachetada, lanzamiento, ¡pah!

Tic-tac, tic-tac…

¡Aaaah!

El sauce ya no llora, el sauce está gritando, ¡el sauce está explotando!

Anhelo

Anhelo